¿Qué se entiende por lixiviado?
La producción de lixiviados es un gran problema en los vertederos municipales de residuos sólidos y supone una gran amenaza para las aguas superficiales y subterráneas. El lixiviado puede definirse como un líquido que atraviesa un vertedero y extrae de él materia disuelta y en suspensión. Los lixiviados se producen cuando el agua (de lluvia y procedente de los residuos) entra y atraviesa los sedimentos, que también se descomponen durante el proceso. Las soluciones de tratamiento de aguas residuales de lixiviados están diseñadas para resolver este problema.
Si no se controla el vertido de lixiviados y gases, los vertederos de residuos sólidos pueden tener un grave impacto en el medio ambiente. Los lixiviados producidos por los vertederos de residuos municipales contienen una gran cantidad de contaminantes orgánicos e inorgánicos.
Los lixiviados también pueden contener altas concentraciones de metales y algunas sustancias químicas orgánicas nocivas. La eliminación de las sustancias orgánicas basadas en la demanda química de oxígeno, la demanda bioquímica de oxígeno y el amonio del lixiviado es el requisito previo habitual antes de verter el lixiviado en puntos de recepción naturales.
La composición del lixiviado de la estación de transferencia puede depender de muchos factores, como el grado de compactación, la composición de los residuos, el clima y el contenido de humedad de los residuos. Generalmente, el lixiviado se caracteriza por una elevada DQO, pH, nitrógeno amoniacal y metales pesados, así como por un color fuerte y un olor desagradable. Las características del lixiviado también varían en función de su composición y volumen, y de las sustancias biodegradables presentes en el lixiviado. Todos estos factores dificultan y complican el tratamiento de los lixiviados.
Actualmente, la gran mayoría de los vertederos que se ocupan de sus efluentes realizan su tratamiento con tecnología de membranas (ultrafiltración y/u ósmosis inversa), la mayoría de las veces aplicada directamente sobre las aguas residuales brutas, lo que genera enormes costes operativos con operaciones de limpieza de membranas in situ, sustitución de membranas (a veces semanalmente), agentes antiincrustantes y, lo que es peor, enormes cantidades de rechazo que fluyen de vuelta al vertedero, aumentando la cantidad de efluente a tratar.
Tratamiento de aguas residuales de lixiviados
Se puede poner fin a este círculo vicioso pretratando los lixiviados antes de alimentar las membranas, que siguen siendo necesarias para reducir la salinidad y permitir el cumplimiento de las normas de rechazo.
Dada nuestra experiencia y conocimiento en el mercado, podemos solucionar los problemas causados por la alta salinidad y la elevada carga orgánica de estas aguas residuales. La aplicación de un proceso de oxidación avanzada a esos efluentes, como etapa de pretratamiento, es la opción más viable, tanto desde el punto de vista técnico como por su eficiencia y adecuado balance económico. Esta solución permite la degradación de los componentes disueltos en el agua, que ya no estresarán las membranas aguas abajo, permitiendo un menor consumo de energía (menor presión osmótica), una mayor vida útil de las membranas, una menor frecuencia de operaciones de limpieza in situ, por lo tanto un menor caudal de rechazo, un menor Capex inicial en los sistemas de membranas, y menores operaciones de mantenimiento y sustitución. Si es necesario, después de este proceso, un tratamiento biológico complementario tomará su lugar para digerir la carga orgánica restante, beneficiándose de un efluente más fácil de digerir (por lo tanto con una huella más pequeña) ya que las moléculas más grandes han sido interrumpidas en el proceso inicial de oxidación avanzada.
La drástica reducción de los gastos de explotación amortizará la inversión complementaria en tecnología de oxidación avanzada. El balance global será espectacularmente positivo:
- Conductividad eléctrica: reducción media del 20 al 30%.
- Eliminación de grasas e hidrocarburos (ruptura de la emulsión): más del 90%.
- Reducción de la DQO hasta un 70-80 % (gran efecto en UF y OI aguas abajo)
- Eliminación de metales pesados sin control del pH ni dosificación de productos químicos
- Reducción de la dureza mediante una combinación de sales
- Reducción de cloruro combinada con hidróxido (potencial desinfectante)
- Reducción de sulfatos hasta el nivel de precipitación
- Reducción de fluoruros de hasta el 99
- Reducción de sílice hasta un 80% (enorme efecto de reducción de los problemas de incrustación)
- Reducción de Sr hasta un 99
- Reducción del boro hasta un 99